La salud mental es la gran pandemia oculta que acecha a la sociedad y los datos así lo avalan. El 38% de los futbolistas profesionales presenta síntomas de depresión, ansiedad y derivados
REPORTAJE | MANUEL SÁNCHEZ
En un contexto donde, a nivel social, se ha instaurado la era de la deshumanización, casos como el de Dani Martín o Sergio Canales han enmarcado el lado más humano de los futbolistas que sufren problemas en la élite relacionados con la salud mental. La vida del futbolista gira en torno a una utopía, una burbuja en la que quien está dentro, no puede salir, y quien está fuera, no puede ver lo que hay dentro.
Los problemas de salud mental han alcanzado en los últimos tiempos niveles más que preocupantes, que han motivado la necesidad de crear conciencia sobre la problemática a la que nos referimos. Estos problemas son en muchos casos el resultado de la presión y atención pública a la que están sometidos en la mayoría de los casos los futbolistas y deportistas de alto nivel, lo que les lleva a experimentar síntomas asociados a la depresión, que conllevan causas negativas en su vida personal y profesional.
La problemática no solo está presente a nivel deportivo, sino también en la población general. La salud mental es la gran pandemia invisible que acecha a la sociedad y los datos lo avalan. El suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte no natural en España y más de 2,1 millones de personas sufren algún cuadro depresivo, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a mediados de 2020.
Pese a la estigmatización de la salud mental, la imagen del futbolista en el diván junto al psicólogo poco a poco deja de ser tabú. “Ya no extraña ver a estos profesionales dentro de la estructura de un club o trabajando con futbolistas. Y, si bien esto es una gran noticia, pero queda mucho camino por recorrer, puesto que la mayoría de estos psicólogos aún desempeñan sus funciones en categorías inferiores”, señala Carlos García, psicólogo del Real Oviedo.
Sin embargo, Javier Calduch, psicólogo de la UD Levante, opina que aún se encuentra en vías de desarrollo la normalización de la salud mental en el deporte, algo que contrasta con la afirmación del psicólogo ovetense. “Insisto, que es un proceso de transición. Ahora mismo, estamos en esa balanza en la que todavía está el estigma, pero hay gente que se atreve a dar el paso. Y eso va a seguir produciendo un gran avance”.
Un estudio de FIFPRO revela que, en la actualidad, en torno al 38% de los futbolistas padecen síntomas que afectan a la salud mental. Cada vez son más los jugadores que contribuyen con su historia personal a sensibilizar dicha problemática, con el fin de erradicarla.
“Queda mucho camino por recorrer respecto a la salud mental”
Por tanto, este dato remarca la tesis de Calduch, que defiende una transformación, aún en proceso, de los problemas psicológicos dentro del mundo del balompié. Asimismo, confirma el principal problema que ralentiza este cambio. “Cuando estás dentro de esa burbuja, la gente justifica la burbuja a base de críticas y extremismo, es decir, cuando va bien, es el mejor, y cuando va mal, el peor”, indica el psicólogo granota.
Frente a ello, Javier Calduch añade que “los deportistas que se están atreviendo a salir de esa burbuja, están ayudando a romper esas barreras que se han impuesto socialmente”. Entre esos casos, se encuentran los de Dani Martín, exfutbolista del Real Betis, Sergio Canales, mediocentro verdiblanco, y Héctor Bellerín, lateral del FC Barcelona.
Javier Calduch, psicólogo de la UD Levante.
Dani Martín, la lucha contra el destino del Hombre de los Goles Importantes
Daniel Martín Aleixandre ha vivido las dos caras del fútbol, “tocar el cielo o el fondo, deportivamente hablando”, como él mismo define. El trianero es la esencia del fútbol de calle, cada vez más en peligro de extinción, en el que la lucha, la entrega y el trabajo, innegociables para él, le llevaron del albero de los campos de Triana al césped del entonces Manuel Ruiz de Lopera. Unos valores que le han servido para levantarse frente al infierno de las lesiones y consagrarse como un actor de reparto, digno de Óscar. No por un gran número de participaciones, pero sí por el impacto desde un rol secundario que le hizo convertirse, sin hacer mucho ruido, en el Hombre de los Goles Importantes del club heliopolitano.
Mantener la salud mental fue clave para afrontar tantas recuperaciones y cirugías, ya que en un instante pasó de todo a nada. De la precoz llegada a la élite con 20 años, las convocatorias en los escalafones inferiores de la Selección Española de Fútbol y su destacado papel en la cantera verdiblanca, a acabar su futuro diluido por el cruel destino que le depararon las lesiones, con hasta ocho operaciones.
“Es duro. Está claro que la ayuda de tu familia es primordial porque, cuando tú dejas de jugar por una lesión, el fútbol no tiene memoria, vive del presente y la gente se interesa por el que está jugando. Mientras, el que está fuera no aporta nada al equipo y quien te aporta, sobre todo, en esos momentos duros es tu familia para volver a ser futbolista”, señaló sobre la cruz del fútbol en estos casos.
Las sombras del fútbol estuvieron a punto de arrastrarlo hacia una prematura retirada. Tal fue el nivel de hartazgo del atacante sevillano que señaló que “si tuviera que haberme dedicado en aquel momento a otra cosa, lo hubiera hecho, ya que el sufrimiento de las lesiones, por mucho dinero que ganara, hacía que no existiese ningún momento de satisfacción”.
“El fútbol no tiene memoria, vive del presente y la gente se interesa por el que está jugando”
Como voz autorizada, Dani Martín le da “el mismo nivel de importancia” al trabajo psicológico, en comparación al apartado técnico-táctico o físico. Prueba de ello es que “cuando viene un entrenador nuevo, cada vez el staff que traen es más grande, con más especialistas para cubrir todas esas necesidades del equipo”.
Pese a todo, la resiliencia le llevó a anteponerse a la cruz del deportista, obteniendo grandes premios. «He tenido la recompensa más grande que se puede tener. Primero, el hecho de jugar con el Betis, y lo segundo, jugar una final con el Betis, ya no se puede pedir más y más metiendo el gol decisivo.
Sergio Canales, el resurgir del ave fénix
Desde el ámbito pugilístico, Sergio Canales bien podría compararse con Rocky Marciano, uno de los grandes encajadores de golpes de la historia del boxeo. Su mentalidad y competitividad le ha llevado a superar varios episodios que le dejaron KO y que hacían presagiar que sería otra de las promesas españolas que se van apagando lesión tras lesión.
Sin embargo, logró anteponerse a todo ello para consagrar su renacer, como si de un ave fénix se tratara, convirtiendo su nombre en sinónimo de la palabra resiliencia en todos los sentidos. A día de hoy, todo esto es causa de una misma consecuencia: ser uno de los mejores centrocampistas españoles en la actualidad y piedra angular, desde la capitanía, del Betis de Manuel Pellegrini.
Para llegar hasta ahí, el mediocentro cántabro tuvo que vivir la cruz del fútbol. Y es que, con tan solo 25 años, Canales había pasado por tres graves lesiones de rodilla. La primera en la temporada 2011/12 en el Valencia CF, donde se rompería el ligamento cruzado de la rodilla derecha dejándole fuera seis meses. En su vuelta, ni un mes más tarde, volvió a recaer de la misma lesión, lo que supuso cerca de ocho meses de baja.
Los fantasmas de las lesiones se alejaron durante varias temporadas, pero el destino le depararía otro gran revés a su carrera deportiva durante su etapa en la Real Sociedad. A mediados de la temporada 2015/16, el santanderino diría adiós a la campaña por otra rotura del ligamento, esta vez en la rodilla izquierda.
Una tercera lesión que le abrió los ojos respecto a la psicología deportiva y la utilización de dichas herramientas para superarse a sí mismo en esos momentos duros, según señaló en el programa de El Objetivo. “Es una parte muy importante que me ha ayudado a superar muchas cosas y ahora a afrontar partidos, poner objetivos, marcarme el seguir creciendo y seguir mejorando cada día”.