El conjunto sevillano no ha parado de crecer con el objetivo de convertirse en el tercer equipo de Sevilla. Bajo una filosofía alejada del fútbol moderno, el club se ha convertido en un referente deportivo, consiguiendo tres ascensos consecutivos desde su fundación


Los jugadores del Club Atlético Central celebrando un gol con la hinchada. Foto: Flor Ferrera
REPORTAJE: MANUEL SÁNCHEZ Y PABLO HERRERA

El Atlético Central es más que un equipo de fútbol, una familia. Ese espíritu, sustentado en la humildad, ha producido el crecimiento exponencial del club en lo deportivo, social y estructural. Bajo una visión alejada del fútbol moderno para mantener el romanticismo y unas señas de identidad claras, la entidad ha construido algo único y diferencial. El club busca aunar a los aficionados de los principales clubes hispalenses, de ahí el sentido de la palabra ‘central’ y sus colores característicos, blanco y negro, como signos de neutralidad. Todo ello contando con la unión de jugadores y trabajadores, además de los seguidores del equipo, que llenan la Vega de Triana cada domingo, siempre con la idea de disfrutar del deporte con valores como la amistad, la disciplina y el respeto. 


Igual de atípica que la entidad es la historia de su fundación, un proyecto cuya idea tuvo su origen a más de 7.000 kilómetros de Sevilla, en Cuba. Jaime Soto, presidente del Central y exjugador del Coria y la cantera del Betis, decidiría soñar a lo grande y formar un club durante su periplo fuera del fútbol tras dejarlo a los 20 años. Una decisión que volvería a unir su camino con el balompié y un nuevo sueño para olvidar la sensación de duelo y anhelo que vive el jugador tras el retiro.


“Surgió en un viaje que estaba en Cuba con mi hermano, de mochileros. Yo jugaba al fútbol de siempre, toda la vida, y a los 20 años me quité en Segunda B con el Cacereño jugando. No estaba yo muy contento con el fútbol y todo lo que conllevaba la industria del fútbol y me fui con mi hermano por ahí a recorrer el mundo con una mochila y vi un partido allí en Cuba, que son muy del Madrid y del Barça, un Betis – Madrid, y vi jugando a un montón de amigos míos, de compañeros, de cuando estaba en la cantera del Betis, como Dani Ceballos, Fabián, Varela y dos o tres más, y me entró ese sentimiento de añoranza al alejarte del fútbol, y dije, voy a formar un club”, señaló en una entrevista al medio.


Parafraseando al mítico técnico Marcelo ‘Loco’ Bielsa, “un hombre con ideas nuevas es un loco, hasta que sus ideas triunfan”, y ese es el caso del presidente del conjunto hispalense. Un soñador que ha convertido a un club en una forma de ser con la que se identifican centenares de seguidores, bajo la filosofía de disfrutar al máximo del fútbol y, sobre todo, la amistad, que ha sido lo que les ha hecho ganar y, como él concreta, “tirar para arriba”.


Los primeros pasos del sueño


Aunque en agosto de 2018 comienza todo. Desde un tiempo atrás se estuvo fraguando la idea de Soto junto a uno de sus mejores amigos, Alberto Herrera, vicepresidente y especialista en Comunicación y Marketing. Para conseguir crecer y generar cada vez más movimiento en torno al club, objetivos claves, una buena gestión en todos los ámbitos es fundamental para conseguir un modelo de autofinanciación. De ahí, el presidente del club desvela que uno de los equipos referentes en ese aspecto es el Eibar, haciendo alusión a la serie documental ‘Six Dreams’. “En una entrevista que hice hace tiempo dije que el Eibar porque por aquel entonces salió un reportaje que se llamaba ‘Six Dreams’ del Eibar y algunos equipos que estaban muy bien gestionados. Y bueno, simplemente, nosotros lo que queremos es acercarnos a un modelo de gestión que se autofinancie y que no nos cueste mucho buscar el dinero. Al final el fútbol es muy caro y entonces lo que necesitamos es conseguir ese tipo de modelo”.


El club crece, la plantilla mejora y la estructura de la entidad está cada vez más profesionalizada, algo avalado por multitud de logros en poco tiempo. Sin embargo, el Central quiere ser mucho más que fútbol, una institución que abarque otros ámbitos, mezclando el deporte con la música y la cultura o el clasismo de la esencia del fútbol de siempre junto con la introducción en nuevos mundos para los equipos de fútbol, como son los e-Sports.


“Respecto al organigrama, hay una junta directiva y dentro de esa junta directiva , pues hay muchos trabajadores implicados en el club, hay un organigrama de cantera con cuatro equipos más el femenino también. Después, estamos creando nuevas, como es el equipo de e-Sports, tenemos pensamiento de hacer diferentes disciplinas, no solo en el fútbol. También, hacemos lo de las fiestas, el CentralFest, mezclándolo todo un poco con la música, con la cultura. Al final es un organigrama bastante extraño porque no solo somos un equipo de fútbol y cada día, cada semana, se van sumando cosas”.


Sin embargo, hay un factor limitante para seguir el crecimiento del club: no contar con instalaciones propias. Ese es otro de los aspectos primordiales, a la par de complicado, a conseguir y que persigue desde hace años el máximo dirigente de la entidad sevillana, de cara a seguir aumentando la estructura deportiva, que pretende extenderse por todas las categorías.


La realidad actual, según confirma Jaime Soto, es que en Sevilla no hay muchos campos, por lo que no es fácil al tener que darles una concesión. La consecución de ello significaría abrir las puertas a otros proyectos en otros tipos de áreas y negocios del club, como festivales o dar clases a los niños. Y es que, ante todo, el Atlético Central pretende ser una buena academia con una identidad diferente como principal motor de atracción.


Tres hombres claves en la consecución del sueño


Al igual que las figuras de Soto y Herrera, otro de los grandes nombres que forma parte de los éxitos del club es Jesús Viola, ex-entrenador del equipo senior. Desde el primer momento, el técnico fue el elegido para llevar a cabo la dirección de campo del plantel y la gestión del grupo, tareas que ha ido desarrollando de manera sobresaliente y que han sido reflejadas con hacer historia al conseguir tres ascensos consecutivos.


“Está colgado y está loco. No hombre, es muy amigo mío de antes y cuando empecé a hacer el equipo, pues éramos un montón de locos, de amigos míos que llevaban tiempo sin jugar y fui juntándolos. Y entonces, Viola no había entrenado todavía y tenía todos los cursos de entrenador, de hecho, yo hice con él el primer curso. Y nada, pensamos en Viola, mi amigo Alfonso Valladares también me lo dijo, que con Viola nos íbamos a reír mucho y que iba a gestionar el grupo muy bien, y así lo hizo”, afirmaba el dirigente sobre el técnico blanquinegro.


Tras la elección del hombre que estaría a las órdenes del plantel vendría la difícil tarea de formar una plantilla competitiva desde cero. La misma peculiaridad, sencillez y humildad que representa al club y al presidente, sería la nota dominante de la confección de la plantilla, que tiene lugar en un bar de La Puebla, con Jesús Viola y Jaime Soto haciendo labores de dirección deportiva.


“Me fui con Viola a La Puebla, cogimos una servilleta en un bar y empecé a apuntar en aquella servilleta a amigos míos que jugaban muy bien. Yo traje como a 15 o 16 futbolistas y él trajo como 8-10 e hicimos una plantilla larga porque en esas categorías la gente falta mucho y no es profesional, y seguimos así, pero la plantilla es larga. Y gente muy buena, muy buenas personas, amigos nuestros de confianza y que jugaban muy bien al fútbol”.


El éxito del proyecto, reflejo de tres ascensos consecutivos


El crecimiento, sin embargo, de la institución en todos los aspectos, temporada tras temporada, ha ido facilitando la incorporación de futbolistas de mayor calidad en las nuevas categorías tras los ascensos. Tras casi cinco temporadas, el Atlético Central ha conseguido hacerse un nombre y hacer una apuesta consolidada que está, actualmente, en el preludio a las categorías profesionales, en División de Honor. Un aspecto que se ha visto reflejado en la capacidad de sumar al proyecto fichajes de nivel, futbolistas que saben lo que es jugar en algunas de las grandes canteras de España, como el Betis, el Sevilla o el Huesca, como son Tano, Paquito o Raúl Periañez.


Además de los éxitos deportivos, el club no ha parado de crecer socialmente. Una conexión del equipo que se ha trasladado a la afición y que ha sido consecuencia de hacer las cosas bien desde la fundación, siendo naturales, humildes y sencillos, el resultado y la clave, según Soto, estaba en “rodearse de gente buena”. “Se ha conseguido esa unión por nosotros, por el Viola, por la gente que al final ha unido a ese grupo, por los que conocíamos a todos, que éramos pocos y transmitiéndoles eso, que esto era algo diferente, que íbamos a conseguir cosas bonitas y que íbamos a hacer planes diferentes a lo que un equipo de fútbol está acostumbrado. Después de los partidos hacemos unas fiestas grandes y todo el mundo se olvida del partido e intentamos juntarnos con el otro equipo y, en definitiva, tener una filosofía diferente”


Después de tres ascensos consecutivos en los que el objetivo era ese por la superioridad de la plantilla y ya sin la presión que conlleva, la última temporada sirvió de asentamiento en la nueva categoría. Mantenerse en la categoría era fundamental para seguir creciendo, lo consiguieron y ya buscan dar el siguiente paso, estando octavos, a solo cinco puntos del primer puesto. Un fiel reflejo de lo que es División de Honor, una competición muy igualada y exigente en la que la mayoría de equipos tienen un mayor número de recursos para invertir en ámbitos como la planificación deportiva.


“En todos estos años atrás hemos ido ganando, no con facilidad, pero se veía que éramos superiores. Este año ya sabíamos que se iba a igualar todo, es una categoría muy exigente, dura y no tenemos los recursos que a lo mejor tienen otros equipos, con dinero para pagar mucho, mientras que nosotros no pagamos, solo pagamos prima de 75 euros por partido. Entonces, tampoco hemos podido tampoco firmar a jugadores de categorías tan altas como hay algunos equipos que firman de Segunda B o Tercera. Entonces, el objetivo nuestro no es el ascenso”.


Frente a los malos y buenos momentos, el equipo siempre ha estado por encima de todo y todos, el beneficio grupal sobre el individual, de ahí el buen ambiente existente dentro del vestuario. Fernando Benavent, capitán del Club Atlético Central, por mucha importancia que él se quite y muestre su humildad diciendo que simplemente es uno más, es el perfil de futbolista de equipo que todo entrenador quiere para hacer vestuario. Una responsabilidad, por edad y experiencia, de transmitir el aliento a sus compañeros y la fortuna de disfrutar cada minuto y cada segundo del sueño que están viviendo, llegando a jugar en estadios grandes de Primera como Chapín y contra equipos importantes. El camino no ha sido fácil, pero la unión ha sido incuestionable, siendo clave.


“Una es la unión y para ello tuvo bastante culpa el entrenador, que ha sido un grandísimo gestor de grupo. Desde aquí dile que a nivel de estrategia tampoco hemos fortalecido mucho el tema (risas), pero a nivel unión es un grandísimo gestor y nos ha tenido a todos siempre muy enchufados. Otra más puede ser el compromiso, aunque es complicado porque hay gente de diversas zonas, diversas profesiones, algunos estudiando… pues el compromiso cada uno busca siempre lo mejor para el equipo. También, otra cosa que se trata mucho en el cuerpo técnico es, y repito la palabra equipo, buscar los beneficios grupales por encima de los individuales”, indicó sobre las claves de los éxitos, mostrando su punto de vista desde dentro.


Ese crecimiento y esos logros han ido aumentando el número de hinchas del club, que recaudó algo más de 300 abonados en la última campaña. Grandes números para un club de corta edad, que no ha parado de hacer historia y pulverizar objetivos. La plantilla y el capitán son conscientes de la responsabilidad que conlleva representar cada día a más gente, cuya filosofía de club comparten con el presidente.


“Cada día que pasa creo que hay más personas que se van sumando a este proyecto y es una responsabilidad para nosotros, y eso lo ha trasladado en muchísimas ocasiones Jaime Soto. El Club Atlético Central no es solo un club de fútbol o un equipo que nace como amigos y ya está, sino que trasciende a lo educativo, a lo cultural, lo mezclamos con la música, con el arte. Nosotros toda esa masa social y todo lo que conlleva el Club Atlético Central, que cada vez va siendo más grande, tiene una grandísima responsabilidad y nosotros pues estamos muy pendientes de intentar hacer las cosas bien en todos los campos”.


La comunicación, un área de Primera División en el Central


Entre esas áreas, el equipo de comunicación es otro de los grandes protagonistas de la viralidad alcanzada por la entidad, formando una comunidad de más de 15.000 seguidores entre las principales redes. Un ámbito comunicativo que nada tiene que envidiar a equipos de Primera, con presencia en las nuevas plataformas audiovisuales periodísticas y con contenido original. 


Guille Toribio, periodista, narrador y creador de contenido en las plataformas audiovisuales del club, lo primero que confirma sobre lo que intentan transmitir en sus redes es “ser diferentes”, una palabra que, junto a “sueños”, magnifican lo especial y único que es el Central. La estructuración del equipo de comunicación es sencilla. Rafa Toro, fotógrafo, se encarga de toda la parte principal de las redes sociales, Twitter e Instagram, ejerciendo como media manager. Toribio trata la presencia del medio en lo audiovisual, Twitch y YouTube, y Álvaro, último efectivo, de las redes de la escuela y narrador de los partidos de e-Sports.


Actualidad, entrevistas, análisis postpartidos, retos, secciones como Central Park o el Día Después, o las retransmisiones de los partidos narrados por Guille Toribio, bajo la calidad de la mano de Directo Producciones, forman la carta de presentación de la variedad del contenido audiovisual que ofrece el Central. Siempre ofreciendo en cada una de esas plataformas, como no, la misma idea de club que nos transmitió el dirigente y el capitán del club, y que vuelve a resaltar de forma más detallada el periodista sevillano.


“Lo que siempre queremos es trasladar esa cotidianidad y esa idea auténtica de fútbol que defiende el presi, a la par de una profesionalización que poco a poco está llegando. Queremos transmitir ese mensaje, que, obviamente, vamos profesionalizándonos, pero nunca perdiendo esa perspectiva de club auténtico y el regusto, precisamente, humilde que tiene el fútbol base y que el presi esto lo sabe también muy bien, que no solo jugó en el Betis B, sino que también ha jugado en el Cacereño, el Coria, equipos que son siempre referentes nuestros”.


Otro aspecto de los considerados importantes para llegar a un número tan alto de seguidores que forman la comunidad en redes es la popularidad de las figuras del entorno del club. Los hermanos Montoya, el presidente Jaime Soto, el vicepresidente Alberto Herrera, son algunos de los perfiles con más seguidores que han ayudado, en cierto modo, a ese aumento. Este aspecto, sumado por encima de todo, a un producto bien trabajado en las plataformas, han conformado un binomio perfecto que ha llevado a conseguir cotas como la verificación de la cuenta de Instagram, publicaciones virales o la interacción de gente importante relacionada con el fútbol, como fue el caso de Maldini en la presentación de Paquito Morales.


Todo ello, sin olvidar a las últimas generaciones, imposible en la actualidad sin un canal digital desarrollado, por lo que el Club Atlético Central cuenta con su propia web, canales de YouTube y Twitch y, también, se encuentran apostando de lleno por el mundo de los deportes electrónicos. Otra línea de diferenciación para atraer nuevas audiencias y abordar todos los campos, con el fin de hacer una entidad multidisciplinar dentro de ese desarrollo que se está llevando a cabo poco a poco en el club. En una de estas plataformas tienen puesta la mira, en el canal donde se retransmiten los partidos, para conseguir otro de los objetivos y explotar sus ventajas. Por ello, creen que hay que mentalizar de alguna manera, poco a poco, al público para que se suscriban.


“Nos hemos volcado totalmente en el equipo de e-Sports, principalmente con la disciplina del Fifa, aunque sabéis que hay otros videojuegos como, por ejemplo, el Clash Royale, Fortnite. En fin, ese tipo de disciplinas que seguramente las abordaremos porque continuamente, no solo en el sacar buen contenido, sino también en las plataformas en las que lo publiquemos, es un poco las miras del Central para ser diferentes. Esa línea de diferenciación la marca el hecho de tener un equipo de eSports, que es lo que estamos conformando, sobre todo, en la disciplina Fifa. En cuanto al futuro, siempre queriendo abarcar y abordar todos los campos. Un ejemplo en un equipo de la ciudad que lo intentó hacer hace tiempo fue el Sevilla, con una especie de Fórmula 1 que hubo, llegaron a tener un coche F1 el club, ese tipo de cosas diferentes nos van bastante”.


Las metas se están cumpliendo en todos los apartados, ya sea en el comunicativo, deportivo y social. Con cierta filosofía ‘cholista’, partido a partido siempre entre ceja y ceja, han ido abordando cada una de las temporadas de una manera sobresaliente, siempre soñando y con la humildad intacta. Tres ascensos consecutivos y, de momento, la permanencia en División de Honor, junto a la filosofía de club, han hecho que el Atlético Central se convierta en el club de todos en Sevilla, rojiblancos y verdiblancos, unidos en el blanquinegro y, sobre todo, la ficción de esos sueños se hayan convertido en realidad. Porque para el Central, como su lema transmite, “soñar es gratis”.

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